níscanos (guíscanos) serranos



Para los aficionados a las setas, el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas es, simplemente, un paraíso, tanto por la variedad de especies como por la gran abundancia de ejemplares. La recogida de níscalos -aquí llamados guíscanos- (Lactarius deliciosus, L. sanguifluus) es un verdadero deporte popular para los habitantes del Parque, que cada otoño se lanzan apasionadamente a los pinares para volver a casa con grandes cestas repletas de este manjar.

Son populares otras muchas setas comestibles, como la seta de cardo cuco (Pleurotus eryngii), la cagarria (Morchella esculenta, M.conica, M. elata), la seta de chopo (Agrocibe aegerita) y la seta de tocona (Pleurotus ostreatus). Especialmente codiciadas son las exquisitas setas conocidas como sombrilla (Macrolepiota procera) y seta de primavera o de San Jorge (Calocybe gambosa). Las setas forman parte importante del recetario tradicional de las comarcas del Parque y, cuando el otoño es propicio, no son pocos los serranos que se ganan unos jornales vendiendo las setas que recolectan, cuyos mejores enclaves guardan con celoso secreto.

Como en cualquier otro lugar, es preciso ser muy cautos y no recolectar para su consumo más que aquellas especies que se conocen sin ningún género de duda pues, aunque sean muy pocas, algunas setas del Parque son tóxicas. Hay especies que pueden llegar a ser mortales, como Amanita pantherina y Galerita marginata.

extraído de la web

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