neuronas espejo
Rizzolatti y su equipo descubrieron en un laboratorio de Parma Italia, las neuronas espejo.
Son las responsables de la empatía, o sea del poder darnos cuenta de lo que siente el otro. Hay personas que no detectan una situación embarazosa o no son capaces de captar (“no se enteran”) del estado en que se halla su vecino o su pareja, a causa de la opacidad de sus neuronas.
Biológicamente venimos listos para captar las intenciones de nuestro interlocutor. Este sistema nos ayuda a entender porqué a veces no podemos estar con alguien que tiene una actitud “negativa o pesada”.
Es decir que estas neuronas serían responsables de lo que Goleman autor de “La inteligencia emocional” llama “contagio emocional”. Que a veces daña más que cualquier gripe.!!!
Esto explicaría a su vez, el porqué de nuestro rechazo a ese tipo de personas que queremos mucho pero que son insoportables de pesimistas, o depresivas, o quejosas, o censuradoras, o criticonas. Obviamente, lo que no queremos es sostener esa imagen en nuestro cerebro, y nos da trabajo deshacernos de ella.
Por otro lado nos convida a poner mayor atención en mostrarnos con buenos modales, positivos, prolijos, limpios, arreglados; para ofrecer exactamente lo que queremos recibir...
Son las responsables de la empatía, o sea del poder darnos cuenta de lo que siente el otro. Hay personas que no detectan una situación embarazosa o no son capaces de captar (“no se enteran”) del estado en que se halla su vecino o su pareja, a causa de la opacidad de sus neuronas.
Biológicamente venimos listos para captar las intenciones de nuestro interlocutor. Este sistema nos ayuda a entender porqué a veces no podemos estar con alguien que tiene una actitud “negativa o pesada”.
Es decir que estas neuronas serían responsables de lo que Goleman autor de “La inteligencia emocional” llama “contagio emocional”. Que a veces daña más que cualquier gripe.!!!
Esto explicaría a su vez, el porqué de nuestro rechazo a ese tipo de personas que queremos mucho pero que son insoportables de pesimistas, o depresivas, o quejosas, o censuradoras, o criticonas. Obviamente, lo que no queremos es sostener esa imagen en nuestro cerebro, y nos da trabajo deshacernos de ella.
Por otro lado nos convida a poner mayor atención en mostrarnos con buenos modales, positivos, prolijos, limpios, arreglados; para ofrecer exactamente lo que queremos recibir...
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