Hemingway no quería irse

...El popular premio Nobel de Literatura estaba enamorado de la isla caribeña. Le encantaba navegar en su yate 'Pilar' frente a las costas de la isla caribeña o hacer una paradita junto a algún compatriota famoso en el santuario de los mojitos, La Bodeguita del Medio. Con la dictadura de Fulgencio Batista todos sus movimientos estaban controlados y hasta le registraban su casa, experiencias que no volvieron a producirse después de que Fidel Castro asumiera el poder. ¿Por qué regresó entonces repentinamente a Estados Unidos? Según desvela Ada Rosa Alfonso Rosales, directora del museo en honor al escritor y periodista, el embajador norteamericano Philip Wilson Bonsal le obligó a hacerlo.
...Muestra de que no tenía intención de dejar la isla y pensaba volver tarde o temprano sería que Hemingway dejó todas sus pertenencias dentro, entre ellas los manuscritos sin concluir de algunas de sus novelas. O que cuando llegó a tierras estadounidenses se quedó en Nueva York en lugar de ir a su casa en la cabaña de Sun Valley y, apenas una semana después, viajó a España. «Él siempre tuvo claro regresar. No se trata sólo de los bienes materiales que dejaba. Hemingway amaba la finca 'Vigía', era su lugar para escribir y al que invariablemente volvía», insiste Alfonso Rosales...

[extraído de 'el Ideal de Granada']

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